Ulises
Nuestro héroe estaba jodido,
y él lo sabía. Hasta los dioses se lo dijeron continuamente, todo a lo largo
del camino. Y él sabía que estaba jodido, pero, ¿qué más podía hacer? A veces
la única opción es seguir avanzando. Huir hacia adelante. Continuar. Seguir
camino aunque las profecías de los dioses se vayan cumpliendo y vos no quieras
ni imaginar los horrores venideros, porque ya están ahí, esperando, entonces,
¿con qué fin invocarlos antes de tiempo?
Nuestro héroe estaba jodido.
Y lo sabía. Pero seguía avanzando. Tal vez por uso del libre albedrío. Tal vez
porque las cartas ya estaban echadas y el destino se jugó así. Lo cierto es,
que ya sea por elección o fatales presagios, nuestro héroe seguía avanzando.
Decimos “héroe” a su pesar, porque él no se llamaría a sí mismo de esa manera; es como
un anciano, aunque no tenga arrugas que surquen su cara: las lleva por dentro. Avanza
hacia su destino y sufre, pero sigue adelante: por ceguera, por devoción o por
estúpida terquedad. Pero avanza, en silencio. Idea planes astutos y estrategias
para permanecer con vida: no sabe porqué, pero eso parece lo único importante.
Seguir avanzando, permanecer con vida. Y caen los golpes sobre él, como una
espada que al ser moldeada en la fragua
soporta el calor del fuego y los mazazos una y otra vez, una y otra... y otra
vez. Hasta que los bordes irregulares del metal absurdo se suavizan y cobran
forma, cobran sentido, y luego, viene el proceso de enfriamiento, donde el
metal de nuestro héroe adquiere su carácter y se prepara, se concentra, queda
listo para la siguiente batalla.
Cuando estalle la guerra,
nuestro “héroe-espada” podrá probar su filo y entrará sin piedad en los cuerpos
de los hombres y saldrá con su filo brillante bañado en sangre pero
rejuvenecido, con el calor de la contienda que alimenta el alma y sabiendo que
logró sobrevivir a la batalla. Y volverá a descansar, a su rincón oscuro hasta
la próxima vez.
Lo importante es mantenerse
con vida, hasta la próxima vez. Lo importante es mantenerse con vida. Hasta la
próxima vez. Y nuestro héroe está jodido, y lo sabe. Pero a veces ése es un
estado de vida. Y uno se adapta. Siempre se adapta. Porque los leones se
descubren en la leonera. Porque aún a pesar de los vaticinios de los dioses, a
veces, la única opción que queda, es avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario