domingo, 28 de diciembre de 2014

Ulises


Ulises

Nuestro héroe estaba jodido, y él lo sabía. Hasta los dioses se lo dijeron continuamente, todo a lo largo del camino. Y él sabía que estaba jodido, pero, ¿qué más podía hacer? A veces la única opción es seguir avanzando. Huir hacia adelante. Continuar. Seguir camino aunque las profecías de los dioses se vayan cumpliendo y vos no quieras ni imaginar los horrores venideros, porque ya están ahí, esperando, entonces, ¿con qué fin invocarlos antes de tiempo?

Nuestro héroe estaba jodido. Y lo sabía. Pero seguía avanzando. Tal vez por uso del libre albedrío. Tal vez porque las cartas ya estaban echadas y el destino se jugó así. Lo cierto es, que ya sea por elección o fatales presagios, nuestro héroe seguía avanzando. Decimos “héroe” a su pesar, porque él no se llamaría a sí mismo de esa manera; es como un anciano, aunque no tenga arrugas que surquen su cara: las lleva por dentro. Avanza hacia su destino y sufre, pero sigue adelante: por ceguera, por devoción o por estúpida terquedad. Pero avanza, en silencio. Idea planes astutos y estrategias para permanecer con vida: no sabe porqué, pero eso parece lo único importante. Seguir avanzando, permanecer con vida. Y caen los golpes sobre él, como una espada que al ser moldeada en  la fragua soporta el calor del fuego y los mazazos una y otra vez, una y otra... y otra vez. Hasta que los bordes irregulares del metal absurdo se suavizan y cobran forma, cobran sentido, y luego, viene el proceso de enfriamiento, donde el metal de nuestro héroe adquiere su carácter y se prepara, se concentra, queda listo para la siguiente batalla.   

Cuando estalle la guerra, nuestro “héroe-espada” podrá probar su filo y entrará sin piedad en los cuerpos de los hombres y saldrá con su filo brillante bañado en sangre pero rejuvenecido, con el calor de la contienda que alimenta el alma y sabiendo que logró sobrevivir a la batalla. Y volverá a descansar, a su rincón oscuro hasta la próxima vez.


Lo importante es mantenerse con vida, hasta la próxima vez. Lo importante es mantenerse con vida. Hasta la próxima vez. Y nuestro héroe está jodido, y lo sabe. Pero a veces ése es un estado de vida. Y uno se adapta. Siempre se adapta. Porque los leones se descubren en la leonera. Porque aún a pesar de los vaticinios de los dioses, a veces, la única opción que queda, es avanzar.